sábado, enero 13, 2007

El chico que permanecía en el encuadre

Había una vez un productor de Hollywood llamado Robert 'Bob' Evans. Gracias a producciones como "Love Story" y "El bebe de Rosemary", se vislumbraba, a los treinta y tantos años, como uno de los empleados con mayor proyección de la Paramount. Y además estaba enamorado. Durante el rodaje de "Love Story" conoció, tal como lo ha repetido él mismo miles de veces, a la mujer de su vida. Y logró conquistarla. Y logró casarse con ella. Alcanzó la felicidad.
En pleno ascenso, le dan un nuevo reto: producir "El padrino". Como era de esperarse se sumerge totalmente en el proyecto. Acepta a Francis Ford Coppola, consigue a Marlon Brando, convence a los dueños de la Paramount para que la película dure tres horas. Cada una de esas condiciones le cuestan duras negociaciones. Se puso la soga al cuello en varias oportunidades, pero siempre sin perder la actitud cool. Todo mientras la mujer de su vida lo esperaba en casa.
Con todo listo para el estreno, Evans sentía que necesitaba algo lo suficientemente impactante que hiciera que la prensa no le quite los ojos a la película. Se propuso conseguir que el subsecretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, el hombre más poderoso después del presidente de EE.UU., fuera al estreno. Y lo consiguió. Con las siguientes palabras, Evans describió el momento cumbre de su carrera, y quizás de su vida: "Llegué al estreno cogiendo con mi mano izquierda al hombre más poderoso de EE.UU. y con la derecha al amor de mi vida, a la mujer más hermosa de norteamerica. Era feliz, había llegado a la cima". 'El padrino' se convirtió en el primer 'blockbuster' de la historia del cine.
Pero, el rey midas de la Paramount no se detuvo, o no quiso detenerse. Dejó al amor de su vida en casa y viajó a Alaska a producir una nueva película. Un día decide llamarla y nota un cambio en su voz. Presuroso toma el primer avión que encuentra y regresa a casa. Pero, era tarde ya. La había perdido. El amor de su vida lo había dejado por Steve McQueen. Nada podía hacer. Tras perder a lo que más quería, 'El chico que permanecía en el encuadre' se volvió un mujeriego.

p.d. Es célebre la anécdota que cuenta que años después, Jack Nicholson tuvo que arrodillarse ante un jeque árabe para que este le devolviera su casa a Evans, quien en ese momento se encontraba en bancarrota.

2 Comments:

At 5:26 p. m., Blogger Julio Pérez Luna said...

“¿Ves esta foto? (Bob Evans y su mujer abrazados y felices en el estreno de “El Padrino”) En ese momento mi mujer estaba enamorada de otro hombre. ¿Qué te demuestra esto? El hombre que cree que sabe lo que piensa una mujer, en realidad no sabe nada”. Bob Evans.

 
At 12:09 a. m., Blogger EME said...

"El hombre que cree que sabe lo que piensa una mujer, en realidad no sabe nada”. Bob Evans, MAESTRO DE LA VIDA...

 

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