sábado, setiembre 08, 2007

Quiero ser como Dustin cuando sea grande

Cada cierto tiempo me digo a mi mismo que no es saludable buscarse ídolos, pero que puedo hacer siempre me acabo chocando con ellos. Es que bueno, prendo el televisor y está ahí disfrazado de mujer, correteando a Jessica Lange, compartiendo depa con Bill Murray, y nada... lo tengo que admirar. Es que es ídolo.
Recuerdo que toda mi adolescencia lo ignoré, preferí a los tipos duros, invencibles como Robert de Niro o Al Pacino. Esos que acaban saliendo por la puerta de adelante y fumando un puro al final de las pelas. Qué iba yo a ponerme a ver pelas del enemigo de Robin Hood o de un autista. Nunca tomé en cuenta sus habilidades histriónicas y seguí con los actores de un solo registro, los de perfil de malo. No había lugar para los bonachones, no señor.
Pero, bueno uno crece y empieza a ver el mundo diferente. Valora más al que te puede hacer llorar, pero también reír. Que es más cercano a un ser humano, que al ícono de una novela negra. Y empiezas a apreciar al hecho de que te haga reír a pesar de que no es un comediante. Y entonces cada vez que sus películas te diviertes como un loco y deseas poder comportarte como él. Y tras las carcajadas terminas diciendo: "quiero ser como él cuando sea grande".