viernes, agosto 25, 2006

El paraíso prometido


La duda es el hilo conductor de la gran cinta palestina "Paradise now". Es que sin lugar a dudas ni siquiera los mismos hombres-bomba que protagonizan la película pueden decir con seguridad que su camino es el correcto, ni tampoco pueden condenarlo. Una duda que se mantendrá desde el inicio hasta el final de la película y que puede hasta acompañar al espectador a su casa. La duda emerge gracias a uno de los grandes aciertos del director Hany Abu Assad: el uso del discurso político. Las justificaciones políticas de la resistencia palestina y los relatos referentes al conflicto con Israel, que grafican la vida cotidiana de un pueblo ocupado, parecen convencer a Said (Kais Nashef) y Kalhed (Ali Suliman), los hombres-bomba de la historia. Aunque en realidad solo parece, ya que la dialectica de la película muestra más puntos de vista que inciden más a un personaje que en el otro. Es que Said termina siendo el centro de la historia y el reflejo del palestino promedio; un eje duditativo que puede ser sacudido tanto por Kalhed y su propuesta radical, como por Suha (Lubna Azabal) y su discurso pacífico. Es así que con maestría, Assad va logrando encarnar a través de la parsimonia y la mirada evasiva de su hombre-bomba el sentimiento de buena parte del pueblo palestino que al no tener alternativas se ve cada vez más alejado del paraíso prometido.