martes, junio 27, 2006

Los grandes no se van por la puerta de atrás



Yo solo grito los goles de Zidane

sábado, junio 24, 2006

George Orwell y la moraleja escondida

Dicen que los buenos libros se caracterizan por tener grandes oraciones iniciales. No creo que sea el caso de "Rebelión en la granja"; sin embargo, si puedo afirmar que su oración final es de las mejores que he leído. El libro símbolo de George Orwell, junto con "1984", es considerado una de las mayores críticas que se hayan realizado contra un sistema político y me parece que la definición no es exagerada. "Rebelión..." es una gran fábula con una moraleja estremecedora; sin embargo, a diferencia de Esopo o Samaniego, Orwell no la hace evidente. Una moraleja que debe ser leída entre líneas y con cuidado para no tomar una falsa interpretación. Es que el uso de los símbolos para resaltar actitudes humanas es uno de los grandes aciertos de este escritor británico. Virtudes y defectos de la humanidad son representados con ternura y crudeza por estas bestias que llegan a ser personajes más humanos que el de muchas novelas. Es difícil no verse a través de un espejo al observar a Napoleón, Boxer o Benjamín, animales que representan a una clase social y a un tipo de persona. Una aproximación que no deja de ser espeluznante, característica que convalida la lectura crítica de la novela. En esta gran fábula, la última línea no es una moraleja, pero golpea tan fuerte que es difícil no aprender de ella.

p.d. Tras leer el libro afirmé que era el mejor que he leído. Creo que en ese momento exageré, pero podría estar entre los mejores diez.

miércoles, junio 21, 2006

Sto laborando


John Locke es uno de los personajes más fascinantes del universo "Lost", bueno para mi lo es. De arranque la homonimia que lo une con el filósofo del S. XV lo ubica en un puesto superior al del resto de sobrevivientes del accidente aéreo que da origen a la serie televisiva; sin embargo, es su defensa encarnizada del destino la característica que despierta mi simpatía. John Locke está convencido de que ha llegado a la isla para cumplir una misión y basa su posición en el desconcertante suceso del que fue protagonista tras el percance aéreo (el cual no contaré para no malograrle la sorpresa a los que aún no conocen la historia). Cumpliendo con la idea de que tiene que cumplir con un objetivo, Locke ha tomado una serie de decisiones; algunas polémicas, otras acertadas; que lo han ubicado como uno de los líderes del grupo de sobrevivientes, aunque sin lugar a dudas es el más resistido si se le compara con Jack, el doctor. Como ya lo he dicho aprecio bastante al personaje, a pesar de las duras críticas de Eme y de su rival en el liderazgo. Creo que es su frágil humanidad la que refuerza la simpatía inspirada por la compartida creencia en el destino.
Uno de los momentos picos, a mi parecer de Locke, fue el hallazgo de la famosa escotilla. Durante varios días mantuvo en secreto el descubrimiento y se dedicó solo a contemplarlo. Es durante esa etapa que dijo la frase que le da vida a este blog. Palabras dichas por Miguel Ángel cuando contemplaba el bloque de mármol que luego convirtió en "El David". Bueno, ahora mi destino me ha puesto frente al objeto que debo contemplar antes de tomar una decisión. Creo que seguiré las indicaciones dadas, pero antes de ejecutar diré: Sto laborando.

domingo, junio 18, 2006

Un final para nada merecido

Hace cuatro años, sentado en el sillón de la casa de Julio, lo vi consumar una de sus máximas proezas, una obra de arte realizada en el momento adecuado en el escenario adecuado. Zinedine Zidane anotaba uno de los goles más bonitos que he visto en una Liga de Campeones, una volea que le daba el triunfo y la copa al Real Madrid. No me acuerdo si se lo dije a Julio, pero si que lo pensé, el astro francés había ya tocado el cielo, no le quedaba más que retirarse. Cuatro años antes había metido dos goles en una final de la Copa del Mundo y se había puesto barreras demasiado altas; sin embargo, con ese gol las había superado. Ahora que lo acabó de ver salir cambiado, molesto y sin mirar a su inepto entrenador, del que es muy probablemente su último partido de fútbol oficial, creo que le hubiese convenido retirarse en ese momento, que no hubiese importado que solo tuviera treinta años, ya lo había hecho todo.
ZINEDINE ZIDANE, sí así entre mayúsculas, es uno de mis máximos ídolos. El último gran hombre orquesta, un astro del fútbol que sin mover un solo músculo de la cara es capaz de realizar maravillas con el balón, bicicletas, lanzar pases milimétricos o goles de cualquier rincón del campo de juego. Bastaba que la parara de pecho para que me importara un bledo que el Real Madrid no le pudiera ganar al Getafe. Uno de esos jugadores capaces de demostrar que para realizar malabares con criterio no es necesario bailar zamba.
Vuelvo al primer párrafo. Ahora que lo veo salir de una cancha poblada por un cuadro coreano ordenado e insolente por culpa de un técnico amarrete, no puedo evitar compararlo con Marlon Brando o Humphrey Bogart, dos genios del cine que tuvieron a un bodrio como última película. Si pues, pienso que en realidad no es su culpa, que el guión de su última secuencia no lo escribió él, que el solo fue un actor en una mediocre cinta. Al fin y al cabo siempre tendré en la cabeza los cabezazos a Brasil y la volea al Bayern Leverkusen. Ese será el final que escogeré y ese es el que estoy aplaudiendo.

p.d. Todavía no es un hecho que el partido Corea del Sur-Francia sea el último de su carrera, pero me es muy difícil creer que no lo será. En todo caso, aún guardo una ligera esperanza de que se despida con la copa entre las manos.

jueves, junio 15, 2006

La joven de la perla o el ángel inspirador


Cuando la belleza aparece hay que rendirle tributo parece decirnos Peter Webber en "La joven de la perla" (Girl with a pearl earring), una cinta que explora el origen de la inspiración de un artista. Tres años demoró la llegada al Perú de la cinta que lanzó a la fama a Scarlett Johansson y en la que cumple el papel de musa inspiradora (Griet) del pintor flamenco Johhanes Vermeer (Colin Firth). A través de escenas estáticas, casi una copia de las pinturas flamencas del s. XVII, y un desarrollo pausado veremos el discreto ingreso de la joven sirvienta en la vida y el cerebro del conflictuado artista. Un gran acierto del director es el uso de los silencios y las insinuaciones, lo que no se dice es más importante que lo que se dice, manifestaciones que acompañan durante toda la película a la relación entre Griet y Vermeer y que le dan una ligera cuota de erotismo. Es así que la elección de los actores (Johansson y Firth) es más que acertada ya que son sus bien logradas reacciones las que nos permiten entender el universo de un artista que descubre a la belleza en una esquina de su casa y que se atreve a plasmarla tras regalar un arete de perla.

p.d. El visionado de la película coincidió con la lectura de "Muerte en Venecia". Bonita coincidencia diría yo.

sábado, junio 10, 2006

Tributo a Desmond



Nobody can tell ya
There's only one song worth singin'.
They may try and sell ya,
cause it hangs them up to see someone like you.

But you've gotta
make your own kind of music
sing your own special song,
make your own kind of music
even if nobody else sing along.

You're gonna be knowing
the loneliest kind of lonely.
It may be rough goin'
,just to do your thing's the hardest thing to do.

But you've gotta
make your own kind of music
sing your own special song,
make your own kind of music
even if nobody else sings along.

So if you cannot take my hand,
and if you must be goin',
I will understand.

You gotta
make your own kind of music
sing your own special song,
make your own kind of music
even if nobody else sings along

p.d. ¿Habrá que seguir apretando el botón o se deberá correr como Desmond? ¿Creer en Locke o pensar como el Doc? ¿O crear nuestro estilo propio de música?

p.d.2. Crealo


miércoles, junio 07, 2006

Vargas Llosa, el último romántico

Generalmente procuro no leer los libros recién estrenados, así sean de Vargas Llosa. Sin embargo, el leer un cable que describía a la última novela del gran escritor peruano como su primer libro de amor despertó mi curiosidad. Así que contra mi costumbre, me acerqué a la librería, gasté mis cincuenta lucas y empecé a leerla. "Travesuras de la niña mala" es efectivamente una novela de amor que pretende ser un tributo a Flaubert y que para mí lo consigue con creces. Ricardo Somocurcio es el prototipo del romántico capaz de esperar y de dedicar toda una vida a un amor, el cual profesará por la 'niña mala', una mujer capaz de tomar una identidad distinta en cada capítulo. A través de cada uno de los capítulos podremos ver como 'la niña mala' irrumpe en su vida alimentando un amor que él dejará correr. ¿Por qué digo que él deja correr el amor? Porque en realidad él es el unico actor que mantiene vivo el sentimiento, la 'niña mala' en realidad es la antagonista en la consecución de la acción dramática: conquistar el amor esquivo. Pero, la brillantez de la novela también radica en dos paseos que nos ofrece el autor. A través de cada capítulo de una historia que dura más de cincuenta años podremos ver los diferentes y dramático cambios políticos del Perú y de Europa; pero, también, disfrutaremos de diferentes estilos empleados por Vargas Llosa en otras novelas en capítulos que hacen recordar a "Los Cachorros", "Conversación en la Catedral", "Elogio a la madastra", "La tía Julia y el escribidor", "El pez en el agua". Dichos paseos hacen que cada capítulo pueda ser tomado como un cuento independiente y a la vez como parte de una gran historia totalmente apasionante. Uno de los primeros comentarios que escuché mientras leía la obra fue "Vargas Llosa ha vuelto a su mejor momento" y creo que no deja de tener razón.

p.d. Vargas Llosa dice identificarse más con la 'niña mala' que con Somocurcio. Mi caso es el contrario y pienso que al fin y al cabo: ¿quién no ha tenido una 'niña mala' en su vida?

sábado, junio 03, 2006

El reality de Truffaut


"La piel dura" (Argent d poche, L') muestra a un Francois Truffaut en plena madurez que se refleja en una cinta redonda que, sin tono moralista, nos presenta la enorme brecha entre el mundo de los niños y el de los adultos. A través de las aventuras y desventuras de un grupo de colegiales de un pueblo francés notaremos las necesidades de unas personitas que generalmente no son tomadas en cuenta por los distraídos adultos. Hechos que son presentados por un director que nuevamente transgrede, aunque esta vez con mucho mayor oficio, la línea entre la realidad y la ficción. Su cámara se introduce cual vouyerista en habitaciones o cines, sigue cada paso de un bebe o se contornea con una canasta de pan. Una intromisión que no parece rara por estos días, pero que tiene un valor si tomamos en cuenta que la cinta fue realizada en 1976. Sin embargo, Truffaut marca distancia del documental con diferentes secuencias como la del bebe y el gato o la de las pistolas. El director nos hace recordar que es su mundo y allí él es amo y señor. "La piel dura" es una extraordinaria película de un notable director que podría ser precursora de los reality shows.

p.d. Truffaut no puede con su genio y sale en la película, aunque también hay un personaje (el profesor) que definitivamente está basado en él mismo.

jueves, junio 01, 2006

Doctor Fate


Nunca he leído un cómic del Doctor Fate. Solo en contadas veces lo logré ubicar en alguna historieta de la DC, en las que siempre tenía un papel secundario y poco relevante para el desarrollo de la historia. Sin embargo, su vestimenta, vistosos casco y capa amarilla sobre un traje azul, y especialmente su nombre (Doctor Destino) siempre atrajeron mi atención. Según los archivos secretos de la DC, este heróe de perfil bajo nace en el año 3.500 A.C. cuando un ser de energía llamado Nabu llega exiliado a la Tierra y toma la forma de un mago egipcio. Cuando Nabu fallece la persona que accede a su casco, capa y amuleto hereda sus poderes y responsabilidades. ¿Qué poderes posee este curioso personaje? Bueno, la fuerza física no está con él, goza de poderes psíquicos y sobrenaturales, como transformar la materia en energía, con los que buscará mantener el orden en la eterna lucha contra la oscuridad. Habilidades que lo hacen aparecer en acontecimientos importantes del Universo DC como las Crisis y la Hora Cero. A pesar de que dichas capacidades son más que tentadoras, para mi no llegan a satisfacer el uso del nombre ya que a pesar de que tiene un papel importante en el desarrollo del Destino no llega a controlarlo. La verdad soy un fanático de la idea del Destino que nos controla y nos lleva a una inevitable misión, que nos asigna un rol del cual no podemos escapar. Creo en ese eje rector que nos maneja cual títeres y me gustaría pensar que puede ser el Doctor Fate. Sueño con usar el casco y capa amarillos y controlar el amuleto. Quiero ser el Doctor Fate.