sábado, octubre 28, 2006

Black and white

Ojo, que para mi no tiene nada de malo (a lo Jerry Seinfeld). Si yo fuera a lo Will Smith estaría tan contento como ahora, pero un poco más ubicado. Es que lo que sucede es que para mi esta pregunta me sume en una gran crisis de identidad: ¿De verdad soy negro? Bueno, les voy a contar las razones de mi drama. Yo tuve una niñez y adolescencia lejana a los dramas de identidad, era un limeño más que no se hacía paltas por el color porque en realidad nunca me había fijado en él; sin embargo, todo cambió por las épocas en que cursaba la universidad. Les juro que me agarraron por sorpresa, cuando estabamos sentados en la puerta de mi hogar, mis amigas primero vieron pasar a mi mamá y no dijeron nada, luego a mi hermano y tampoco dijeron nada, después llegaron mi papá y mi hermana. Dos preguntas me hicieron: ¿Esos son tus papás, no? Sí, respondí. Pero, si ellos son blancos, ¿tú, por qué eres negro? No articulé respuesta. Al día siguiente, suelto de huesos le conté al Chubi que me habían dicho que era negro y su respuesta fue más que lapidaria. "Claro, pe". La verdad, no entendía nada. Revisé en mi pasado y recordé al negro Revilla, al negro Zanabria, a mi primo Juan Carlos, todos de color serio; sin embargo, yo nunca fuí el negro Bruno, el negro Rivas o nada parecido. Seguía extrañado. En busca de mi identidad revisé el diccionario y, para mi gran sorpresa, encontré esta definición: bruno, na. (Del germ. brun, moreno) adj. De color negro u oscuro. Ta q chess, "soy negro" me dije. A partir de ese día todo cambió.
Ahora cuando mis amigos eligen un actor que podría caracterizarme no dudan en escoger a Bill Cosby o a Chris Rock, pese a que no me identifico con esos respetables actores. Ahora, no se si me van a discriminar si voy a la tiendecita blanca o a una de esas discotecas de moda. Lo peor es que no bailo negroide, ni ninguno de esos bailes que implican mover con ritmo la cadera. Todas esas particularidades me llevan a pensar que soy un negro bamba. Pero, ¿soy de verdad un negro bamba? Ustedes respondan.

viernes, octubre 27, 2006

Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera


Pocos elementos, mucho que decir. En "Primavera, verano, otoño, invierno y ... otra vez primavera", el surcoreano Kim ki duk logra plasmar en la pantalla las bondades de un haiku budista. ¿Por qué digo eso? Porque esta especie de fabula enmarca la sabiduría de lo que parece simple, pero que sin embargo no lo es. Uno siente que lo tangible puede dejar de serlo, que lo que uno normalmente observa, en la película tiene un significado que se encuentra más allá de lo conocido. La vida puede ser tan simple como lo propone Kim ki duk, pero al mismo tiempo tan complicada...

domingo, octubre 22, 2006

La moneda de una cara

Mis primeros acercamientos con la lectura fueron a través de los 'chistes'. Si pues, los cómics no tenían ese nombre en los ochenta, eran los 'chistes' y tenían tanto lugar en el puesto de periódicos como los diarios. Bueno, Batman, Superman, Linterna y Flecha Verde, Condorito, Kaliman... no solo me encaminaron a la lectura, sino que me llevaron a un tipo de pensamiento radical. Así es que de niño (a veces caigo en vueltas a la infancia y cometo el error de pensar así), para mi no existían grises, los buenos eran buenos y los malos eran malos. Batman debía vencer al Guasón, Superman a Lex Luthor y Kaliman a Karma. Y lo hacían, esos eran tiempos felices, pues.
Por estos días recordé a uno de los villanos que creo que mejor puede representar el pensamiento radical, el paso del bueno de buenos al malo de malos: el inefable Doble Cara. Su historia es más que nada una tragedia. Harvey Dent era el mejor fiscal de la Ciudad Gótica, un defensor de la ley que le había declarado la guerra al crimen y estaba ganando... hasta que llegó el giro del destino. En pleno juicio le lanzan una bolsa con ácido a la cara. Líquido que no solo le deformó el rostro, sino que también el alma. Se transformó en el sádico cerebro criminal 'Doblecara'. El hombre más bueno de la ciudad de Batman pasó a ser el más malo.
Por ese cambio radical a mi me parece uno de los personajes más interesantes del universo DC; sin embargo, no solo por esa razón sino por un símbolo que lo caracteriza. Si bien dos caras tiene su rostro partido a la mitad, tiene una sola línea de vida. La moneda de una sola cara que usa para tomar decisiones es la clara representación de su línea de pensamiento: la maldad. Ese símbolo, esa línea de acción lo muestra como lo que es: el radical que aparenta dar opciones, pero que ya tiene tomada la decisión. Qué poco han cambiado los malos, ¿no?

sábado, octubre 21, 2006

A mil por hora (Miami Vice)


La vida de los detectives 'Sonny' Crocket (Colin Farrell) y 'Rico' Tubbs (Jamie Foxx) tiene un ritmo delirante. Y esa es la apuesta de Michael Mann en su versión para el cine de la legendaria serie ochentera "Miami Vice": un ritmo agotador que explica a los personajes y guía los sucesos de la película. Es así que el director no pretende que conozcamos lo que piensan los detectives, ni sus motivaciones, nos les concede grandes frases, ni pensamientos magistrales, todo por una entendible razón: son hombres de acción sin espacio para la meditación. Tan poco tiempo tienen estos personajes que en pocos días pasan de Estados Unidos a Uruguay y en pocas horas de Miami a La Habana. De la misma manera pasan de las escenas de negociación a las de amor. Todo en pocos minutos con cámaras que no cesan de moverse y con encuadres que se mantienen por corto tiempo. Esta debe ser la cinta más vertiginosa de Mann ya que no veremos a ladrones de bancos calculadores como en "Heat" o a un asesino intelectual del tipo de "Colateral". Poco raciocinio, mucho vértigo. El crimen no da tregua en "Miami Vice". Mann lo sabe.

p.d. la banda sonora es mostra

sábado, octubre 14, 2006

Yo lo descubrí

Ban Ki-Moon es el nuevo secretario general de la ONU
.
p.d. Simpático el compadre

sábado, octubre 07, 2006

El hombre que no podía perder


Esta creo que es su característica: durante el 95% de la cinta piensas que va a perder, pero no. Llega el 5% restante, de ahí los créditos, entonces regresas a tu casa con un Clive Owen ganador. Y no es que el argumento haya indicado que tenía que perder, todo lo contrario, por algo sale ocupando buena parte del poster; sin embargo, su expresión, sus movimientos, su actitud no lo pinta como ganador. Pero, derepente, lo vemos enfrentado con Benicio del Toro y le gana, a Denzel Washington lo deja mal, aparece Jude Law y acaba llorando; entonces es cuando te das cuenta que los cools de Hollywood no pueden con él. Te preguntas cómo o por qué, vez su rostro asustado, su andar casino, la lentitud en su voz, y sigues sin poder responderte. Entonces, retrocedes en el tiempo y buscas al ídolo que sufría, que tenía todo en su contra, pero que salía airoso pese a que en teoría había perdido la batalla. Escuchas "Siempre nos quedará París" y piensas que podrían intercambiar papeles: Boogie puede ser Dwight y Owen puede ser Marlowe. Entiendes todo y te das cuenta que es el héroe romántico el que ha vuelto. El héroe vulnerable, que pierde pero gana, que lleva todo el peso en su rostro, como en "King Arthur", "Sin city", "Closer" o "Inside man". Entonces aplaudes a Owen, unas palmas merecidas, creo.

domingo, octubre 01, 2006

¿Cuál es tu pecado capital?

Soberbia, ira, pereza, avaricia, gula, lujuria y envidia. Es difícil elegir al pecado que más te atrae o al que más te trae problemas, según la definición que uso. Jugando empecé a hacer una encuesta entre mis conocidos sobre su mayor debilidad y me dí con la sorpresa que: uno, muy pocos coincidían conmigo y 2.casi nadie se atribuye el mayor de los pecados, la soberbia.
Los pecados que rápidamente empezaron a encabezar fueron los más físicos, la gula y la pereza. Casi instántaneamente mis encuestados respondían: !gula!, o !pereza! Sin embargo, creo que si seguimos los lineamientos de un tal Mauricio González U sobre La pereza o la gula creo que es difícil que mis amigos incurran en ese pecado. Faltas que creo que yo tampoco no cometo.
Otra cosa, que llamó mi atención, fue el pecado que apareció derepente metiendose a trancazos a la competición: la lujuria. La verdad felicitó a los que reconocen tener ese pecado, que a muchos nos vuelve locos, aunque reconozco que no es el mio. La soberbia es un pecado que a mi me atrae, no se me parece cool, de hecho la tienen varios grandes que los hace antipaticos, pero quizás esa sea un factor que los ayuda a ser como son, me gustaría que sea mi pecado pero no lo es. Se las he puesto fácil, pero no les diré cuál es mi pecado, aunque como última pista les diré que Julio lo comparte.

p.d. Defendiendo a la lujuria, Chubi dijo: "Tu pecado no se pasea en minifalda en verano".